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3 de septiembre de 2007

Blow- up


Blow-up (1966) dirigida por Michelangelo Antonioni es una adaptación libre del cuento Las Babas del Diablo de Julio Cortázar. El filme aparenta ser un triller de suspenso sin desenlace, se sitúa en el ultramoderno Londres de las años 60, Thomas su protagonista es un fotógrafo que pasa sus días en apretados horarios de sesiones fotográficas, una mañana en un parque captura el juego de seducción de una pareja. La mujer se da cuenta que es fotografiada y le pide desesperada la película. Thomas al ampliar el negativo se da cuenta que puede haber fotografiado un asesinato. Regresa al parque y ve el cuerpo del hombre asesinado tirado en el césped. Luego el cuerpo desaparece sin dejar huella.
Antonioni recrea la realidad en forma abstracta. Esta premisa se desarrolla a través de un presente fílmico que tensiona la realidad, provocando una angustia policíaca en el cual la imagen de realidad se nos presenta como una continua dualidad que nos bosqueja que todo lo que vemos no es necesariamente tal cual creemos.
El filme apela a la problemática misma de la captura de la realidad, dentro de la intriga policíaca metafóricamente la cámara fotográfica se convierte en una arma de seducción y muerte. El erotismo es tratado a través de una sensualidad fría y calculada, los rasgos de exhibicionismo y voyerismo se hacen latentes y son constantemente subrayados.
Otro aspecto interesante, es la forma en que Antonioni adapta el cuento de Cortázar. El cuento comienza con un juego de palabras bastante revelador “Nunca se sabrá como hay que contar esto, si en primera persona o en segunda usando la tercera del plural o inventando continuamente formas que no servirán de nada”. Se puede destacar que entre sus desmarques y transferencias la forma de cómo podemos contar, leer o imaginar y de la ambigüedad y el sentido que le damos a las imágenes están latentes en ambos textos. El filme es una excelente pieza fílmica que construye una crónica del presente acentuado en la mirada de la realidad y su violencia.
El fotógrafo esta en el parque justo en el momento clave en que se producirá el supuesto asesinato, su videncia no consiste en ver, sino en encontrarse en el lugar. Una escena reveladora de todo el planteamiento del filme se produce cuando el va a la casa de un amigo pintor. Este se refiere a un cuadro que pinto hace 5 o 6 años. El lienzo no le decía nada cuando lo pinto, lo consideraba una verdadera confusión y con el tiempo suele encontrarse con algo que vale .le muestra una parte del cuadro y le dice que hay en ella una pierna (el cuadro es de estilo abstracto) que adquiere forma y toma sentido como una huella de una novela policial. Esta escena resume lo que pasara con Thomas, con las imágenes que captura en el parque que inicialmente no le dicen nada, pero luego toman sentido y valor. Este mismo contenido lo encontramos en la escena del recital rockero, un trozo de guitarra por el cual se pelea el publico por provenir de un ídolo de rock, para algunos tiene el valor de un trofeo, pero para otros como Thomas no vale nada. Al igual que para un transeúnte que no vincula el trozo de guitarra con un ídolo de rock.Thomas (que al comienzo del filme no sabemos que es fotógrafo) va saliendo con indigentes como uno mas, de una casa de necesitados, mientras paralelamente vemos a unos jóvenes mimos corriendo. Desde el comienzo se plantea la dualidad, la ambigüedad de las imágenes, El joven podría ser indigente pero no lo es; los mimos no son tales porque gritan. Durante todo el filme esta premisa esta presente hasta llegar finalmente al juego de los mimos en la cancha de tenis, aparentando un juego de tenis que no es tal y participando el mismo en una parodia de algo que se supone que es real sin serlo. El filme nos plantea cual es el valor que le asignamos a la realidad que es sencillamente la verdad que cada uno le da a la realidad y como la interpreta.

2 comentarios:

Juan Perez dijo...

Tal ves es un poco tarde para diferir de tu cronica, pero es inpresindible decir que el lenguaje visual y el literario de Cortazar y Antonioni no se encuentran conectados. Cuando mencionas interpretación libre del cuento eso es, la quisquillosa comparación entre uno y otro no vienen a lugar, es mas, resulta odiosa la cita que reduce la pelicula al cuento o el cuento a la pelicula pues ambos no alcanzan esa conexión en la narración del guión... hay ocaciones en que uno como espectador no sabe que fue primero el libro o el film, mas en este caso no es asi pues la apuesta de Antonioni no esta en el guión sino en la idea de la suspención del tiempo, que propone Cortazar.
El problema central no es "interpretar la realidad y sus angulos" sino la posibilidad de suspender un instante de lo sido, del tiempo pasado o por ser y su descomposición. Esta es la conexión entre ambos (cuento y film) mientras Cortazar narra las sensaciones del fotografo frente a la escena en el momento antes de tomar la fotografía, Antonioni propone la descomposición o análisis de la fotografía post-factum, o sea, una metodica, silenciosa y escrupulosa busqueda en la imágen capturada.
Y finalmente la desesperación al comprender el peso de lo presenciado, cada uno en un contexto distinto. Como un observador distanciado que genera la síntesis entre el pasado y el presente del espectador frente a la escena.
Si bien la interpretación de la escena que presencia el fotolgrafo también pareciera ser importante, solo lo es a la luz de la suspención del tiempo y la posibilidad de pensar y conjeturar el devenir de la pareja observada, sin la suspención del escena en un tiempo fotográfico no se lograría su descomposición monádica.

Espero sea un buen punto de vista, considerando que de cine no se mucho...

las ratas son rizomas dijo...

Nunca es tarde para diferir del otro. Reafirmo que el lenguaje de ambos autores se conecta, transfiere y desmarca. Cuando mencioné que el filme es una interpretación libre del cuento, no es para reducir el discurso, sino para poner en la superficie el tema de la adaptación literaria y una de sus corrientes a mi parecer más genuina. La adaptación libre toma la esencia de lo obra reinterpretada, lo que tu denominas conexión entre ambas. Para mi esta esencia es transferida en la operación fílmica de poner en la superficie de la pantalla la interpretación de una realidad abstracta, lo que para ti es la suspensión del tiempo.
La operación que tu fabricas es bastante lúcida. Tu idea, me recordó un libro de Barthes La Cámara Lúcida, específicamente al noema en la fotografía.